domingo, 25 de octubre de 2015

MACHU PICCHU. Por el camino Inca (I)


Muy contentos y excitados. Así era como nos encontrábamos el mismo día que empezábamos el esperadisimo "Camino Inca" hacia Machu Picchu.
Uno de los lugares mas esperados dentro de nuestro viaje. Quizá porque es algo que se debe reservar con meses de antelación, ya que son sólo unos 250 turistas quienes pueden hacerlo diariamente.

Cuatro días y tres noches por el mismo camino empedrado que hicieron los incas (e incluso Pre-incas) hacia una de las ruinas arqueológicas mas conocidas mundialmente.

Escogimos la empresa Incapoint por recomendación de un buen amigo que acababa de hacerlo hacía poco tiempo. (Gracias por el dato David Luengo!).
Y no nos equivocamos.

Llegamos a la ciudad de Cuzco o Cusco como lo llaman allá, dos días antes de empezar la caminata, para poder aclimatarnos bien a la altura (aunque ya estábamos bastante aclimatados viniendo de Bolivia) y descansar bien antes de este largo trekking.
Un día antes, quedamos con el que sería uno de nuestros guías, Willian, para darnos unos cuantos consejos y terminar de hacer el pago.

Deberíamos llevar una mochila con: 3 mudas, 3 pares de calcetines, 3 camisetas, un par de pantalones, gorra, gorro, algún que otro medicamento, linternas y algo más que quisiéramos, pero sin pasarnos.
Aparte de la cámara y alguna que otra cosa más.
En principio no parecía mucho y decidimos meterlo todo en una misma mochila;

El mismo día 27 de Noviembre, a las 7,30 am, nos vinieron a recoger en un micro bus para ya, con el resto de lo que seria nuestro grupo y algunos de los que serían nuestros porteadores, dirigirnos hasta el km 82 de la vía férrea Cuzco-Aguas Calientes, desde donde comienza tan famoso camino. (Cerca de 2 horas desde la ciudad de Cuzco).


Porteadores cargando el material preparados para despedirse de sus mujeres.


Nada mas llegar, nos empezamos a preparar y acoplar todo nuestro equipaje en la espalda. Lo malo fue en nuestro caso, que no contábamos con los sacos y esterillas que nos proporcionaría la empresa y que alquilamos previamente con ellos. Por lo que se nos acabo quedando una mochila de lo más pesada; Cerca de los 13 kg. que deberíamos ir acarreando durante 4 días nada más y nada menos, mas un saco impermeable con las pertenencias mas importantes, (como la documentación, cámara, etc.) pero que no era muy cómoda de llevar, que se diga...
Para así ahorrarnos los 120 dolares que costaba un porteador particular para llevarnos la mochila durante esos 4 días.

Y tras una breve presentación como grupo, allí nos encontrábamos un conjunto de lo más internacional. Tres españoles, un alemana, una brasileña, una argentina, un inglés, una australiana, y nosotros dos, junto con dos guías peruanos y unos cuantos porteadores que por cierto, no nos presentaron y que hubiera sido un detalle por parte de nuestro guía.


Magnífico grupo con el que compartimos la aventura.


Y así empezamos a caminar hasta que llegamos a un puente colgante y un puesto de control donde, tras presentar tu documentación, te sellan el pasaporte y te dan permiso para empezar esta aventura.




Porteadores cargados hasta arriba.

Los paisajes comenzaban a sorprendernos.



Y fue así andando como empezamos a encontrarnos con las primeras ruinas. Pequeñas paradas que íbamamos haciendo, no sólo para poder observarlas y que los guías nos contaran qué historias había tras ellas, sino que además nos daban un respiro para poder descansar y poder seguir camino.


Ruinas con la típica construcción escalonada Inca.

Guía explicandonos las edificaciones.


Y no sólo de lejos las disfrutábamos, sino que en algunos casos podíamos sentirlas, caminando por lo que queda de los restos de las diferentes estancias. Y encima con insuperables vistas.




Poco a poco ibamos avanzando a un ritmo constante, hasta que llegamos por fin a lo que sería nuestro primer campamento de la jornada.
Llegamos cansados sin duda, pero poco tiempo tuvimos que esperar para poder entrar y descansar en las tiendas de campaña que los porteadores ya nos tenían listas y medio hechas. (Ni nos dimos cuenta en qué punto del recorrido nos habían adelantado y cómo les había dado tiempo a preparar todo en tan poco tiempo).

Primer campamento de la jornada.


A esas alturas del día ya iba quedando menos luz natural asi que debíamos prepararnos para organizar nuestras pertenencias dentro de la tienda e ir de seguido a la tienda-comedor donde nos encontraríamos con el resto del grupo para disfrutar de la primera cena en "familia".
A base de legumbres y demás productos endémicos, hecha por el cocinero del grupo de porteadores.

Esa primera jornada fue sin duda un preparatorio para el día siguiente; Una segunda jornada que nos avisaban, sería la más dura de los 4 días de caminata, con el desnivel más acusado de todo el recorrido subiendo desde los 3.000 hasta incluso a más de 4.000 msnm.

Asi que a descansar para estar frescos para el día siguiente.


Más fotos de la primera jornada:






Fotos: Julen Esnal


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