miércoles, 28 de mayo de 2014

NZ. Otago Central Railway Trail. (Parte II).


Las dos o tres cosas mas "llamativas" de los 150 km de recorrido del Otago Central Railway Trail eran, un gran puente (tipo Eiffel) con bastante altura, y un túnel. Ambos prácticamente con la anchura de un tren, poco más.
Al parecer, el túnel nos lo saltamos al no poder hacer enteros los 50 primeros kms. pero el puente deberíamos de verlo en esta etapa.
Y ahí lo vimos! Tal y como sucede después de haber subido un pequeño "puertecito" entre las rocas de las montañas, allí estábamos a punto de cruzar ese puente, con estructura de hierro, en el que habían dejado las maderas de la antigua vía, rellenando los espacios con otras maderas más nuevas. Con una anchura de unos 2 metros y medio y una altura de unos 30.
Un rato allí quietos en el medio del mismo, en silencio, viendo y oyendo a las diferentes aves volando sobre nosotros, extrañadas con nuestra presencia. Fue un momento especial recordando ese tren pasando por allí...

Y parecía que no era nada la cuestecita...

Y llegamos al famoso puente.


Pero lo realmente bueno fue que, poco tiempo después, entre tanta montaña dónde nos encontrábamos, nos topamos de frente con esa oscura entrada al túnel, (que se suponía no nos íbamos a encontrar ya!).
Nos paramos en la entrada a leer el cartel que había con la distancia del mismo, 200 metros... Ahí nos acordamos de las linternas que ponía el folleto de llevarnos y que, por cierto, no habíamos cogido...
Lo bueno, es que muy al fondo se veía un punto de luz con la salida... esa iba a ser la única luz que tendríamos... así que nos entró una risa (de miedo mas que nada) y continuamos...
Imaginaros la sensación que es entrar a algo tan oscuro, viniendo de tanta claridad, por lo que los ojos tardan en acostumbrarse a tanta oscuridad... y que no terminan de acostumbrarse, ya que es tan oscuro que aun viendo a lo lejos la salida, no hay pizca de luz.
Lo único que se notaba era como el suelo tenia una pequeña inclinación hacia la derecha, lo cual te hacia avanzar de una manera extraña, junto con el suelo con algún que otro pequeño bache inesperado... Lo único en lo que pensábamos era llegar a ese punto de luz que nos guiaba hasta la salida,y que por cierto, no iluminaba en absoluto nuestro camino.


Entrada al túnel con un punto de luz al final del mismo.


Pero la sorpresa fue aun mayor, cuando poco después nos topamos con un segundo puente. 230 metros de longitud, leímos en otra placa. Pero... esta vez, debía estar en curva porque no se veía la salida!.
Ahí me acorde de mi móvil y su linterna que tanto nos iluminó en las noches de regreso a la granja tras la escuela en Laos. Pero os digo, tras los 10 primeros metros, no se veía absolutamente nada!. Ni con la linterna podían nuestros ojos acostumbrarse a tanta oscuridad. Y esta vez no teníamos un punto de referencia de a donde tirar porque tras metros recorridos, seguíamos sin ver la luz. Ni un misero reflectante. Tal y como hacen los murciélagos, sabíamos donde estábamos el uno del otro por la voz.
Lo único que empezábamos a ver era, la poca luz de la linterna apuntando hacia el suelo, porque hacia adelante no tenia ningún efecto.
Una sensación de lo mas... acojonante (en todos su significados) fue lo que pasamos en ese túnel. Moviéndonos despacio, pero sin parar ... hasta que a lo lejos, empezamos a vislumbrar un punto de luz. Ahí fue cuando percibimos la curva que formaba el túnel. Con cuidado íbamos avanzando hasta el final. Hasta que por fin salimos.... y tras salir, nos echamos a reír.
Lo que nos preguntábamos era, qué pasaría en los meses de verano, cuando más concurrido esta el camino, con ciclistas pedaleando en ambas direcciones... debía ser "gracioso" encontrarte de frente con alguien... completamente a oscuras...



Unos 8 km más y llegaríamos por fin a nuestro destino en esta etapa, el pueblo de Lauder. El puente y los túneles habían hecho olvidarnos un rato del cansancio acumulado, pero tras ello, nos dimos cuenta de los dolores de culo y piernas que teníamos. Necesitábamos llegar cuanto antes además, porque el sol empezaba a ocultarse tras las montañas.


Paisaje tras los túneles.

Otro puente antes de llegar a Lauder.


Y así llegamos; Fundidos. Tras desmontar de la bici en la misma antigua escuela del mini pueblo. (Unas 7 casas, un pequeño motel y la antigua escuela, hoy reconvertida en una preciosa "casa rural" manteniendo algún que otro elemento de su antiguo uso.


Como de postal. Así era la escuela.


Nos recibieron de la mejor manera Bruce y Esmé, sus dueños. Incluso nos dieron la mejor habitación que tenían, por ser los únicos huéspedes y los primeros de la temporada, según nos dijeron.

Tras una increíble ducha, nos esperaba Bruce en el hotel de enfrente para cenar. Enorme y riquísima hamburguesa que nos metimos entre pecho y espalda. Allí fue donde nos pusieron al dia en cuanto al pueblo (7 habitantes), y aprendimos algo de la historia de la escuela, el tren y el camino que hacíamos.
Según terminó de cenar, nos dijo que nos esperaba en la escuela, con la chimenea encendida y los ukeleles para tocar. (?)
Pues sí, tocando la guitarra y dándome unas clases de ukelele frente a la chimenea. Así pasamos un buenísimo rato antes de irnos, fundidos a la cama.




Al día siguiente nos esperaban los últimos 48 km hasta el pueblo de Clyde; Final del recorrido.



Mas fotos de esta etapa...




Fotos: Julen Esnal


lunes, 26 de mayo de 2014

Nueva Zelanda. Otago Central Railway Trail (I).


Y por fin llegamos a Nueva Zelanda!. Las antípodas de España.
Así había conocido yo siempre a esta tierra. El punto mas lejano de mi país.
No nos creímos dónde estábamos hasta 3 días después.

La llegada fue a Christchurch, capital de la isla sur, después de unas 3 horas de vuelo desde Melbourne.
Pero como llegamos a las 5 de la mañana optamos por no parar en esta ciudad e ir directamente a Dunedin. ("Danídan", asi es como lo pronuncian ellos..). Cinco horas mas en bus.
Ahí fue cuando empezamos a ver esa cadena montañosa impresionante que mas parecía un enorme póster al fondo.
Nos quedamos tan solo una noche en la "Edimburgo" de Nueva Zelanda. Así la llaman, no solo por su parecido de cuestas, sino porque al ser fundada por escoceses, le dieron el nombre de Edimburgo, pero en gaélico; Es decir, Dunedin.

Optamos por visitar mejor la ciudad, a la vuelta de nuestro esperado tour en bicicleta. 150 km de recorrido en tres días; Eso era lo que nos habíamos marcado.
El "Otago Central Railway Trail", así es como se llama esta famosa ruta, especialmente para los kiwis (la gente local de Nueva Zelanda), porque por lo que parece no es tan conocida para los turistas extranjeros, por lo que nos gustaba aun mas la idea de hacerlo.

Tal y como su nombre indica, ésta era la ruta que hacia el tren hace unos 150 años, entre los pueblos de Midlemarch y Clyde, (en el interior de la isla). En total, 150 km que los separan, entre los cuales quedan, numerosos pueblos minúsculos, que de no ser por esta ruta, habrían quedado perdidos en el olvido.
Un buen día, a alguien se le ocurrió la brillante idea de desmantelar esa vía férrea, y dejar el mismo recorrido de tierra para disfrute de caminantes y ciclistas haciendo que dichos pueblos volvieran de nuevo a la vida. Y os digo, el recorrido esta casi intacto de como estaba hace un siglo, que es lo bonito.

El tema es alquilar unas bicis de montaña y fraccionarse los kms, y por ello los días, a gusto del consumidor, para poder llevarlo a cabo.
Nosotros, por tiempo y por dinero, lo hicimos en 3 días, y decidimos empezarlo por Middelmarch.
Dejamos nuestras pesadas mochilas en Dunedin, para llevarnos lo estrictamente necesario para tres días y cargar lo menos posible.

Junto con el dueño del alquiler de bicis en Middlemarch.

Justo al inicio del camino de 150 km. hasta Clyde.


Contactamos con una de las varias empresas que existen, para alquilar un par de bicis (unos 35 dolares al día) y reservamos las dos estancias, donde dormiríamos por el camino. (Unos 100 dolares de media por habitación). La segunda de ellas, una antigua escuela de los años 20!.

Así que estábamos listos para empezar esta andadura, que nos llevaría a conocer el interior de Nueva Zelanda de la manera mas autentica y natural.
Empezamos a las 10 de la mañana con muchas ganas... y mucho viento en contra.


Ni poder montarse en la bici del viento que hacía.

Momentos en los que ni la bici podíamos mantener recta.

Tanto fue así que la mayoría del tiempo lo teníamos que hacer andando porque nos tiraba de la bici. Y peor aun, llegado a ciertos puntos en donde hasta andando, se empezaban a volar las bicis, y nosotros detrás. Pensaba que seria algo momentáneo, pero al ver que cada vez iba a mas y que era la 1 de la tarde y solo habíamos podido hacer 16 km, no íbamos a llegar a tiempo a nuestro hospedaje reservado, por lo que decidimos llamar al dueño de las bicis para que nos viniera a recoger.

Tuvimos un pequeño dilema al volver, ya que teníamos todo arreglado para los tres días siguientes y ahora estábamos estancados en Middlemarch.
Y cuando digo estancados lo digo de la manera mas literal, porque jamas en mi vida había visto pueblo más pequeño y tan muerto como ese.
No teníamos transporte hasta el día siguiente para poder retomar la ruta, en donde se supone deberíamos haber dormido. Que, sintiéndolo mucho, tuvimos que cancelar porque no había manera de llegar ese día.
Por lo que teníamos que buscar un nuevo alojamiento en Middlemarch hasta el día siguiente que nos recogería el del transporte.
Nos aconsejaron 2 sitios para dormir y eran, a cada cual peor. Un camping el cual no estaba el dueño, pero por lo que pudimos ver no estaba nada bien y no había mas que un huésped... bastante raro; Y por otro lado, el hotel del pueblo... malo sera, pensamos...
Pues quizá hasta peor, una dueña borde, sin huéspedes, y con las habitaciones de hace... 150 años. Frías y feas que daban miedo... y por 90 dolares la noche!

Y si algo va mal, la cosas siempre pueden ir ... a peor.
Ahora nos encontrábamos con las bicis por el pueblo fantasma, sin alojamiento, con mucho frío, (podía nevar al día siguiente, decían), cayendo ya la noche, (a las 4:30 de la tarde!!), y encima se pone a llover... que no teníamos ya ni para resguardarnos.
Tan solo nos quedaba por ver una casa algo dejada, tipo B&B que descartamos en su momento por lo descuidada y sucia que parecía por fuera y bueno, por la ausencia de su dueño; El cual nos acabábamos de enterar, era una oficial de policía del pueblo...(la única policía del pueblo me refiero...).
Cuando de repente, ahí vemos pasar el coche de la poli por delante nuestro y viendo que da la vuelta...

Nos confirma que sí, que tiene habitaciones libres, a 100 dolares con desayuno...(!). 
UUFF ... Bueno, no nos quedaba nada mas por ver...
-Y sin desayuno? Porque estamos bajo presupuesto, dijo Sabri...
-Bueno, pues... (nos ve la cara de desesperación), en 60 lo dejamos, os parece?, contesto la policía...
No teníamos más donde elegir así que, vamos a ver qué nos encontramos...
Cuando de repente nos abre la antigua casa ... y vemos que está toda perfectamente reformada por dentro!.
Toda la casa para nosotros (!), ya que éramos los únicos en las 4 habitaciones, nos dijo.

Interior de la casa.


Todo lo que deseábamos de una casa (de lo mas acogedora), lo tenia.
Hasta 3 películas nos vimos en esa tarde\noche... (cuantas veces echamos eso en falta durante nuestros ya 4 meses de viaje)... Un sofá, una manta, buena comida y una peli... y mientras que veíamos las pelis, nos preguntábamos.... estamos en Nueva Zelanda, verdad?... Algo surrealista...
The Lodge se llamaba el B&B.

Exterior de la casa con las montañas al fondo.


Tras una más que acogedora noche, a las 8am ya nos estaban recogiendo para llevarnos a nuestro segundo punto de partida, Ranfurly.
(Que duro fue dejar esa casa para pedalear 50 km en pleno invierno en Nueva Zelanda).
Pero nos pusimos a ello y enfilamos la primera de esas rectas interminables que suelen hacer los trenes.
Nos tocaba el día mas duro ya que llegaríamos al punto mas alto del recorrido a eso de mitad del mismo. Y sí, en algunas partes se hizo durillo. Pero las pequeñas paradas y los paisajes que veíamos, nos ayudaban a continuar....

Las estaciones tal y como eran antaño.

Rectas interminables durante el recorrido.


Hasta que a medio camino, se me pincha una rueda...
ZAS! (Ésta en plena nuca para recordar como se reparaba un pinchazo...)
No quería cambiarla hasta por lo menos llegar a uno de esos minúsculos pueblos, porque en el medio, no hay absolutamente NADA, mas que campo y ganado. Incluso en algún pueblo no hay ni si quiera para comprar agua, nos avisaron...
Así que hinchando la rueda cada 10 min. para aguantar hasta el siguiente pueblo... Oturehua.


En medio de la nada con la rueda pinchada.


Pero cuando las cosas van mal... siempre se puede ir a ... mejor!... porque preguntando preguntando, llegamos a dar con el mecánico del pueblo quién, en tiempo récord, me cambió el neumático sin cobrarnos un céntimo.
Ahora, a recuperar el tiempo que habíamos perdido con esto.
De ninguna manera queríamos que se nos echara la noche por estos lares...

Más fotos durante el trayecto...






Fotos: Julen Esnal

domingo, 18 de mayo de 2014

Curiosidades de Australia y los Australianos.


- Australia es el sexto país mas grande del mundo. Su capital, Camberra, se encuentra en Australian Capital Territory (ACT). La población del país en el 2011 era de 21 millones de habitantes concentrados principalmente en las ciudades costeras de Melbourne y Sydney.

- Su moneda es el dolar australiano que equivale a 0,70 céntimos de €. No tienen monedas de menos de 5 céntimos.
Por regla general el nivel adquisitivo de los australianos es muy elevado, por lo que se hace realmente costoso viajar por este país.

- Sídney es una de las ciudades más multiculturales del mundo. De acuerdo con un estudio de Mercer sobre el costo de vida, Sídney resultó ser la urbe más cara de Australia y la 15ª a nivel mundial. Sídney también lidera el top 10 de las ciudades con mejor calidad de vida del mundo.

- En la época en la que los ingleses desembarcaron en el país (hacia 1788), los barcos tardaban al rededor de 9 meses en hacer la travesía desde Inglaterra hasta aquí.

- Allá por los años 60, se llevó a cabo el "plan Marta" por el que llegaron 500 jóvenes españolas para poder nivelar el numero de mujeres con el de hombres, ya que hasta el momento seguía siendo éste, el de los hombres, muy elevado desde que vinieron a colonizarlo.

- De 1869 hasta 1980 aproximadamente, el gobierno Australiano, junto con la iglesia católica, pensaron que para una mayor y mas rápida integración de la población aborigen a la sociedad actual australiana, debían separar a sus hijos de sus familias, para criarse en "centros" o familias de blancos.
Este hecho ha ocasionado, la conocida como "generación perdida". Es decir, miles de personas que han perdido cualquier enlace posible con sus raíces o ancestros aborígenes, lo que ha desembocado en muchos problemas y sufrimiento.

(Artículo que habla sobre esto:
http://elpais.com/elpais/2015/06/03/planeta_futuro/1433343845_085284.html

- Es por ello que cada 26 de Mayo se celebre (desde 1997, es decir... ayer) el conocido como "sorry day", para disculparse por los inconvenientes y sufrimiento que se haya podido causar a los aborígenes...
... (Seguro que con esto está todo perdonado...).


Bandera aborigen. Fuente: Google.

- La bandera aborigen que hoy en día se puede ver en algún que otro lugar del país fue diseñada por una persona NO aborigen allá por los años 70.

- Existen multitud de reservas, donde los aborígenes viven.... "retirados".
En la gran mayoría de estas reservas esta prohibido o muy limitado la toma de alcohol. Desde dicha prohibición, se ha visto reducida en gran medida la violencia domestica o problemas derivados.

- Hoy en día todavía se puede apreciar una gran división entre blancos y población indígena. (Aunque no se quiera reconocer).

- El 80% de la población australiana, no sabe nada sobre la cultura indígena.

Mural de arte indígena.


- El 95% de las tiendas que venden productos aborígenes, están dirigidas y atendidas por gente NO aborigen.
En algunos casos, los productos ni si quiera están hechos por aborígenes.

- Una pequeña gran parte de la población australiana (y no solo indígena) tienen la costumbre de ir descalzos. Es decir, por la calle, en supermercados, .... a todos lados. (Especialmente en los pueblos). Y puedo decir que es bastante agradable.

- Hemos notado una fuerte imagen feminista en el país. No solo psíquica sino también física y aprovechan cualquier oportunidad para demostrarlo.

- Algunas ciudades y pueblos conocidos, como Airlie Beach, cuentan con un "lagoon". Una piscina publica al estilo lago en el centro de los mismos, en la llamada, explanada, con césped alrededor y habitualmente con mas actividades para hacer deporte. (Será por eso que casi todos los jóvenes australianos están cuadrados?).

"Lagoon" de Airlie Beach.


- Hay fuentes de agua potable en un montón de lugares, por lo que es un gran ahorro a la hora de comprar agua.

- Gran parte de las aves que se ven sobrevolando, incluso en las ciudades, son aves pertenecientes a la familia de loros, de muy diversos tipos y colores.


Tipo de aves en Melbourne.


- Hemos alucinado con la dureza de las cascaras de huevo... Aun dándole varias veces, seguían sin ni si quiera agrietarse (!).

- Desgraciadamente existe un altísimo porcentaje de animales muertos en las carreteras australianas. Especialmente canguros, y wallabies, aunque hemos llegado a ver todo tipo de roedores, serpientes e incluso algún que otro koala.

Cientos de animales muertos en los arcenes.


- El cassowary es un ave casi extinguida en Australia que vive en la zona norte del país. En Cape Tribulation nos llegaron a decir que "Te cambia la vida si ves uno....".  No tuvimos esa suerte...

- Es realmente aconsejable NO conducir por la noche en este país, precisamente por el gran numero de animales que se pueden cruzar y el gran volumen de camiones que circulan.

- La gran mayoría de camiones tienen el doble (o triple) de longitud que en Europa. Suelen ser dos largos (o hasta tres) remolques enganchados a una gran cabeza motora estilo americano, con una defensa en el morro que da miedo encontrártelos de frente o pegados a tu culo.
Estas defensas son hechas especialmente para evitar el impacto de cualquier animal que se cruce en el camino, y son utilizadas tanto en camiones, 4x4 y hasta vehículos normales.


No quieras ver esto pegado a tu retrovisor...


- No hemos llegado a ver limite de velocidad específico para camiones. Lo único que sabemos es que van a toda velocidad y es mejor dejarles pasar a no ser que quieras ver la marca del camión colgada del retrovisor de la furgo cual pino ambientador.

- Los autobuses públicos en la ciudad de Brisbane, cuentan con un entramado de túneles en el centro urbano que hace la función de suburbano, con lo que tiene las ventajas del metro como en cualquier otra ciudad que lo tenga.

- Es una practica bastante común, encontrarse con puestos de fruta o verdura callejeros de tipo autoservicio. Tu te lo pesas y pagas según el precio que indica. Vemos difícil que este tipo de sistema funcionara en países como España o Italia.

- Australia dedica una buena parte de su terreno, (y es enorme), al cultivo de la caña de azúcar, por lo que puedes hacer cientos de kilómetros rodeado de este tipo de campos de cultivo.


Enorme tamaño el de la caña de azúcar.


- Australia es el país de los anocheceres perfectos. Su cielo en esos momentos tiene miles de tonalidades.
Si a eso le añades poder disfrutarlo en una playa sin NADA de gente (algo por cierto, bastante común),...  lo hace aun mas especial...

- Es de los pocos países en el mundo en el que sus colores "oficiales" no se corresponden a sus colores "deportivos", siendo éstos, verde y dorado en vez de blanco, rojo y azul.

- Algunas personas en Australia NO están tatuadas. Se podría decir que son como los koalas; Existen, pero son dificilísimos de ver.


  Foto durante el trayecto al sur.  Foto: Sabri.


Fotos: Julen Esnal
Fuente: Wikipedia


miércoles, 14 de mayo de 2014

Melbourne. Ciudad cultural


No nos podíamos creer que habíamos llegado a Melbourne; Nuestro destino final. La ciudad mas europea de Australia. Aunque por lo que veíamos en las afueras, no nos estaba convenciendo mucho. (Es lo que suelen tener los suburbios...).

Después de 26 días y 6.000 km recorridos, habíamos llegado por fin.
Habíamos conseguido dormir gratis un tercio de los 26 días, lo cual no estuvo tan mal como para no saber o conocer nada de Australia.
Y sin duda, una mas que buena idea el hecho de alquilar la caravana, porque de lo contrario... no se cuánto nos habríamos gastado.

Pero había llegado el momento; Y aunque nos había encantado la experiencia, ya teníamos ganas de devolverla por el frío que estábamos pasando los últimos 4 días aquí en el sur.

Llegaríamos a la ciudad justo a tiempo para limpiar la furgo y devolverla.
De paso nos quejamos de algunos detalles que nos hicieron el viaje digamos, aun mas... divertido... y nos acabaron devolviendo el precio de un día de alquiler.. (poco nos pareció para los sustos que nos pegamos durante todo el recorrido, pero bueno...)

Cogimos un taxi hasta el mismo hostel, (20 dolares), el Urban Central,.
Enorme hostel con todo lo necesario para permanecer 3 días eso si, en habitación compartida por 18€ cada uno por noche. Buen ambiente, estupenda y enorme cocina (perfecta para cocinar durante los tres días), oficina/agencia viajes, sala de internet ... desayuno incluido... Vamos, lo que realmente necesitábamos.
Tras la ducha nos dio tal "bajón" que estábamos literalmente exhaustos.

Estos días, además de ver Melbourne, nos servirían también para preparar el viaje a Nueva Zelanda.
Tras unas horas frente al ordenador, necesitábamos despejarnos de tanta pantalla e hicimos nuestra primera incursión a la ciudad.

Edificio "Manchester Unity" en el centro.

A las puertas de la biblioteca.


El centro (que lo teníamos a 3 min andando), se veía completamente distinto a los suburbios.
Edificios enormes y súper modernos, empezando a resaltar éstos con sus luces encendidas con la caída de la noche.
Con el río cortando la ciudad, se podía ver los diferentes puentes y la silueta de la misma. Y con un paseo al borde del río, lleno de todo tipo artistas callejeros, animando a los numerosos paseantes.

Nos marcamos la Biblioteca Nacional como destino en esta primera incursión a la ciudad, ya que estaba en el mismo centro; Ademas de por lo bonito de su edificio. Al igual que los edificios colindantes, como el espectacular (para mi), Manchester Unity building, y otros muchos tantos mas modernos.

Un recorrido muy bueno para hacernos una primera idea de la ciudad. Y sin coger ningún tipo de transporte.

Al final acabamos pasando por la biblioteca los tres días de estancia en Melbourne. No sólo porque fuera bonita, sino porque además tenia internet gratis, detalle que nos ayudo mucho para planear nuestro recorrido por el país de los kiwis, y de paso no gastar ni un duro en penosos "locutorios".
Por cierto, preciosa biblioteca que bien merece la pena no solo visitar, sino disfrutar.

Exterior de la Biblioteca Nacional.

Interior de la parte antigua de la Biblioteca.


Tras otras buenas horas al día encerrados, planificando nuestros siguientes días, nos merecíamos un descanso, y porque no, un premio.
Encontré una oferta de 2x1 en un local de pancakes cercano. (Era la primera vez que entrabamos a un local desde que llegamos a Australia). Unos pancakes, calientes, esponjosos, con una bola de helado de vainilla y con chocolate caliente por encima... perfectos para ese momento... (mejor no pongo la foto).
La verdad que aquí se pueden encontrar restaurantes con especialidades de todo tipo, como los spanish doughnuts que son en definitiva, los churros de toda la vida... con multitud de sabores...

Cada día hacíamos una ruta distinta para ver la ciudad. Y cada día me gustaba mas. Una ciudad multicultural. Viva, pero a la vez nada estresante.
Con cientos de esculturas repartidas por todas sus calles. Y si no son esculturas, son bonitos graffitis, o músicos, o algún que otro artista callejero.
Cines, Teatros, museos, exposiciones, ferias, festivales de todo tipo...
La ciudad mas cultural de Australia según dicen, y estando tan solo 3 días aquí, se nota, se siente... y se disfruta con mucho gusto.

Esculturas ...

... más esculturas ...

... graffitis ...

... artistas callejeros ...

... farolas decoradas ...
Fotos: Julen Esnal


domingo, 11 de mayo de 2014

Canberra. Australian Capital Territory, (ACT).


Siguiendo nuestra ruta hacia el Sur y a tan solo unas horas de la capital de Australia, volvimos a dar con otro área de servicio donde pudimos volver a dormir gratis.
De Brisbane para abajo, empieza a ser todo autovía de dos carriles, por lo que es mas fácil encontrar estos lugares, aunque sólo en algunos pocos, se puede uno parar a dormir... (hay que ir probando uno por uno, si realmente se quiere dormir gratis).

Pero el hecho de ir tirando hacia el sur en esta época del año (Agosto, es decir acabando el invierno) hacía que fuéramos notando más frío durante las noches.
Lo que yo no esperaba era pasar el frío que pasamos a 4 días de llegar a Melbourne.
Pasé tanto frío que al día siguiente tenia agujetas en las piernas de la tensión con la que había... dormido. (O mas bien había intentado dormir).
Había que pensar algún plan para dormir al día siguiente...




Y tal y como decía, dos horas después estábamos entrando por el estado mas pequeño de Australia, Australian Capital Territory (ACT). Directos a la oficina de turismo para recabar información.
Nos dijeron que no había campings gratis, pero que muy cerca teníamos el mas barato, eso si, algo básico, nos comentó. Sí sí, perfecto para una noche. Y cuanto es? Son tan solo 30 dolares, nos respondió .... ZAS!. Que le vamos hacer... no había otra opción mejor... por lo menos recargamos energía que ya hacia falta.

Fue pasar unas horas en la capital, y por momentos me parecía estar fuera de Australia. Por el paisaje y el entorno, tenia la sensación de estar en Canadá o en una fría ciudad americana.

Casi sin darnos cuenta, el paisaje en la carretera se había vuelto mas cerrado, mas gris y muy ventoso. Tanto que a veces resultaba difícil mantener estable una caravana de casi 3 metros de altura.
En cuanto a la propia ciudad, parecía haber pasado lo mismo.
Edificios modernos, fríos, apenas sin ambiente en la calle, (por las bajas temperaturas supongo). Hasta la mayoría de gente vestía de negro. Además de verles con guantes, gorros y bufandas... algo que pensé no se veía en Australia.

Ni que fuera hecha a medida!... o si....  Foto: Google.


Pero aun así, había algo que me gustaba de esta ciudad.
Esa tranquilidad, apenas sin coches, con mucha gente desplazándose en bici, y con esa naturaleza rodeándote, a pesar de los edificios. Que por cierto, cada vez me iban gustando mas.
Incluso por el frío! Me gustan las ciudades donde hay cambios de estaciones. (No como al norte del país donde parece que siempre están en verano.
Y es que lo que no sabia, es que muy cerca de allí, se practican todo tipo de deportes de invierno.

Es cierto que se la ve seria y fría en cuanto a urbanización y casi sin ambiente, pero creo que habría que permanecer allí un tiempo para poder ofrecer una respuesta clara.

Al día siguiente, antes de continuar ruta hacia Melbourne, decidimos conocer algo mas sobre la cultura Australiana, en el National Museum of Australia. Bonito edificio por cierto con un gran trabajo de diseño sobre sus cimientos.

Aspecto del museo.  Foto: Google


Queríamos aprender mas sobre la cultura aborigen en concreto, pero tras un breve vistazo a las exposiciones, nos fuimos con la sensación de no haber sacado mucho jugo a lo visto. Y hablo por nosotros, porque nos da la impresión de que Australia sí le saca jugo (y mucho) a este "movimiento aborigen" cuando le conviene.

Una serie de vídeos protagonizados por diferentes personas con raíces aborígenes, de la sociedad actual australiana, comentaba cómo se les separó de su familia (aborigen), para criarse en orfanatos o familias de "blancos" ya que así tendrían un futuro y una vida mejor. Por lo que ahora la mayoría de ellos sigue buscando su familia... y su pasado.
Ésta fue una practica utilizada por el gobierno y la iglesia hasta los años 80, durante casi 100 años. Sí, hasta hace nada...
En otro vídeo se veía como en los 90, el gobierno reconocía el suceso y pedía perdón con un... gran y bonito acontecimiento... y todos felices y contentos. Bueno, especialmente los "blancos", porque un buen porcentaje de aborígenes siguen con graves problemas de dependencia u otro tipo, precisamente por lo que pasó en el pasado.

Por otro lado, el museo cuenta con una exposición de arte aborigen con pinturas de hace mas de 50.000 años (!), muy interesante.



A eso del medio día, era buen momento para continuar ruta.
La autovía seguía ofreciéndonos un paisaje de lo mas... irlandés, o eso era a lo que nos recordaba, de nuestros múltiples viajes por la isla esmeralda.
Colinas llenas de vacas y ovejas, salpicado de arboles y niebla alrededor.


Paisaje a lo irlandes.


Encontramos otro área de descanso en la carretera. Ya os digo, no es que sean grandes lugares, pero perfectos para ahorrar algo de dinero en este país.
Hizo mucho frío, pero esta vez dormimos, aparte de con nuestros sacos, (y otros mas que venían con la furgo), con otro saco de plástico, que nos trajimos a propósito para este tipo de situaciones. Y os digo, cómo se notó la diferencia. Por lo menos pudimos descansar, porque entre conducir tanto y no descansar bien, iba acumulando mucho cansancio.


Lo que hace un saco de plastico...


Seria por esto, por lo que el cuerpo nos pedía algo de ejercicio y naturaleza antes de llegar a la "big city", por lo que nos paramos en el pueblo de Albury y nos fuimos directos a la oficina de información para que nos dijeran qué clase de trekkings se podían hacer por la zona.

- ¿Cómo? Que tienen internet gratis?
Ahí estábamos los dos como posesos, pudiendo escribir unas lineas a los amigos y familiares que no sabían nada de nosotros por la falta de conexión que íbamos acumulando desde que llegamos a Australia....
Tras nuestro chute de internet en vena, ahora sí estábamos preparados para escuchar qué rutas de trekking se podían hacer por la zona...
Nos recomendaron varias rutas, desviándonos de la ruta hacia Melbourne, a hora y poco hacia el interior, en Mount Beauty. Zona conocida por sus viñedos, de donde se extrae una buena variedad de vinos australianos conocidos.

Llegamos al lugar, pero estaba lloviendo, por lo que decidimos aparcar, cocinar algo (esto es lo bueno de la caravana) y esperar a que dejara de llover... pero no lo hizo.
Por lo que decidimos volver hacia la autovía por otra ruta, tranquilamente, parando en los lugares que mas nos iban gustando.

De Mount Beauty a Bright hay un pequeño puertecito de montaña con unas vistas espectaculares que, como apenas pasa un coche, se pueden oír preciosos cánticos de pájaros que a veces parecen hasta monos. Por cierto, no se si dije ya la cantidad de loros, o de la familia de ellos que se pueden ver a lo largo de Australia. Bueno, pues aquí llegamos a ver aun mas variedad e incluso mas bonitos y con mas colores.



En el puerto de montaña antes de adentrarnos en la niebla.

Vistas desde lo alto del puerto.


En cuanto a los pueblecitos que pasábamos, eran a cada cual mas bonito. Con detallitos por todos lados. Como de película (cómo no....), Bright y Myrtleford los mejores para nosotros.
En general es una zona llena de granjas y viñedos, de paisaje irlandés pero con el tamaño australiano. Kilómetros y kilómetros de pastos, colinas y ganado por todos lados.


Inmensas granjas por estos alrededores.


Por suerte, ya en la autovía, volvimos a encontrar otro área de servicio. Esta vez hasta con una señal de precaución por serpientes en la zona...
Estábamos a dos horas tan sólo de Melbourne por lo que iba a ser nuestra ultima noche con la caravana!
Ya habían pasado 26 días?!... No nos lo creíamos... El tiempo pasa volando...


Cuidado, serpientes.  

Solos en el inmenso área de servicio.


Fotos: Julen Esnal