lunes, 25 de noviembre de 2013

Phnom Penh y las huellas de Pol Pot.


Salimos de la bonita isla de Ko Rong, en el primer ferry que salia hacia Sihanoukville.
Allí tuvimos que esperar una hora larga, hasta que saliera nuestro bus hacia Phnom Penh, y que previamente habíamos reservado.

Llegaríamos a la capital de Camboya hacia la tarde, sabiendo la "pelea" que tendríamos con los tuk tukeros a la llegada a la estación de buses. Y tal como preveiamos, ahí estábamos pidiendo por favor que nos dejaran coger las mochilas con tranquilidad antes de escoger a uno de ellos.
La verdad que es una pena verles de esta manera tan desesperada, porque hay algunos que son algo mal educados, pero la mayoria suelen ser muy majos y simpáticos, y cuando eliges a uno, te da pena de no haber elegido a... los 6 mas que te están rodeando para que les elijas a ellos...

Como siempre, regateamos el precio para que nos llevara al hostel que, tambien, habíamos reservado con anterioridad.
Durante el trayecto, es cuando empieza la batería de preguntas;
     - Que si, Cuantos días vais a estar por aquí?
     - Cuanto tiempo lleváis viajando?
     - A donde vais a ir después?
     - Que es lo que queréis ver, etc, etc...
para ellos tantear y ofrecerte sus servicios acorde a las respuestas...

Nada mas llegar a nuestro hostel y pagarle lo que acordamos, nos tocó volver a discutir el precio que nos cobraría por tenerle de conductor durante el día siguiente visitando los lugares que sabia queríamos visitar y que tan bien nos diseño la ruta para hacerlo.
Un duro forcejeo hasta que Sabri, que ya tenia ganas de descansar, frunció el ceño y sentenció el tema;
     - ¡Lo tomas o lo dejas!
Así que, a regaña dientes, el hombre aceptó.

A la mañana siguiente, ahí estaba nuestro ”tuktukero”, esperándonos antes de la hora prevista, por si nos íbamos con otro.
Tal y como acordamos, nos llevaría primero a los "killing fields", a las afueras de la ciudad y a continuación a la prisión S-21, en el centro de la misma. En definitiva, todo lo relacionado a la era Pol Pot, durante sus 4 años de mandato.

Fue un recorrido algo largo (17 km) hasta llegar a los "killing fields", o centro de genocidio, como para hacerlo en tuk tuk pero, primero, no hay opción mas barata, y segundo, te haces una mejor idea de lo que es vivir en una ciudad de este tipo. Vas a saber lo que es tragar polvo y Co2 por un tubo...


Tras pagar un módico precio de entrada, fuimos directamente a una especie de torre, justo en el centro de lo que es el recinto.
Un cartel pedía que nos quitaramos los zapatos antes de subir el bloque de escaleras que teníamos de frente. Cuando empezamos a subir las escaleras, no alcanzaba a ver bien lo que había frente a nosotros, cuando ... Dios! Qué demonios es eso?!
Una enorme urna de cristal, a modo de torre, con miles de cráneos. Hasta 5000!. Y de todos los tamaños. Y una amalgama de ropa rota, a modo de base. Sus pertenencias...
Eso es el panorama que te encuentras nada mas llegar aquí.
El resto, suma y sigue.

Torre/urna repleta de craneos.

Interior de la torre.

Teníamos un pequeño folleto, donde íbamos siguiendo los pasos de los lugares donde los prisioneros debían seguir hasta su muerte, incluyendo aquellos donde se les torturaba, o fosas comunes donde habían aparecido cuerpos. Y son tantos, que aun hoy en día, con fuertes inundaciones con la época monzonica, aun siguen saliendo huesos a la superficie.

Después de ver tan terrible lugar, no nos esperaba algo mucho mejor en la prisión S-21, también conocida como "Tuol Sleng" o museo del genocidio.
Con ese nombre os podéis hacer una idea de lo que allí había...
Bueno, pues yo no... Quizá porque nunca antes había visitado un centro así, que no llegas ni a imaginarte de lo que es capaz de hacer el ser humano.

Herramientas de tortura.

El S-21, fue un centro de interrogación, tortura y ejecución creado también, por el régimen de los jemeres rojos, para eliminar personas consideradas enemigas del estado de la Kampuchea Democrática; Y creado en las instalaciones del prestigioso instituto Tuol Svay Prey.
En definitiva, un antiguo colegio, de 4 edificios, reconvertido en uno de los peores lugares creados por el hombre. Con diferentes "aulas" donde dar vía libre a la macabra imaginación de los soldados comandados por Pol Pot.




Una de las "aulas"... de tortura.

Hasta 14000 personas pasaron por aquí, de las que solo 12 se libraron de morir... y realmente fue, porque sus dirigentes la abandonaron sabiendo que los vietnamitas habían entrado ya, para liberar al país.
Dos de ellos por cierto, estaban por allí, hablando y firmando unos libros que vendían.
Creo que no hay palabras para definir lo que allí vimos.


Presos que pasaron y murieron en la prision.

Improvisadas "jaulas" donde esperaban su tortura final.

En cuanto a la ciudad, la pudimos tantear la noche anterior, saliendo a dar una vuelta y cenar en un restaurante local... que por lo visto debía ser conocido, por la gente que había.
Ya tenia ganas de comer unos buenos calamares, que no estuvieron mal, pero que fueron algo caros para ser Camboya.
En cuanto al resto, no le dedicamos mucho mas tiempo.


Fotos: Julen Esnal


jueves, 21 de noviembre de 2013

Las playas de Camboya. Sihanouk Ville y la isla de koh Rong.

 

Tan solo un día fue lo que estuvimos en Battambag. No nos gusto especialmente la ciudad, aunque nos quedaron cosas por ver de sus al rededores. Por desgracia el tiempo no juega a nuestro favor y debemos elegir muy bien que ver, por lo que decidimos desplazarnos hacia el sur, y conocer la costa camboyana.

Elegimos la localidad de Sihanouk Ville, porque leímos que tenía buenas playas, pero sobretodo porque desde ahí podríamos coger un ferry hasta una de sus islas casi paradisiacas.
Sihanouk Ville no es que tenga mucho de especial. Una pequeña ciudad, desarrollada  diría yo, para el turista "barato" o el turista chino, que van incrementando año tras año por lo que nos cuentan. Restaurantes y bares occidentales con alcohol barato y cada vez mas casinos y prostitución para satisfacer al turista chino.

Es una zona que cuenta con numerosas playas, además de poder dar el salto a las islas. (Venir hasta aquí y no ir a alguna de ellas, seria algo estúpido).
Lo bueno era que al ser época de lluvias , es temporada baja y apenas encuentras turisteo.
Nos quedamos 3 días, dejando tan solo 1 para la isla de Koh Rong. Aunque hubiéramos hecho mejor, cogiendo 2 días en cada sitio. A veces es difícil cuadrar todo.

En Sihanouk Ville pudimos ver casi todas las playas que hay al rededor, unas 5 o 6, si no me equivoco. Independence, y Ochheuteal, las mas bonitas dentro de la ciudad, aunque sin duda la mas retirada, Ottres, la mejor.
Playa Independence.

El resto, bastante deterioradas e incluso con bastante basura. Hawai y Victoria concretamente.
Queríamos haber alquilado una moto, pero por lo que leíamos, y nos contaron, no era muy buena idea hacerlo por aquí.

Conocimos por casualidad, a un local, quien además de llevarnos en su furgoneta hasta la playa donde queríamos ir, estuvimos compartiendo una cerveza y un buen rato de charla en una de los chiringos de la playa. Dio la casualidad que es una persona que, aparte de su trabajo, dedica buena parte de su tiempo a su comunidad y el buen desarrollo de su ciudad, de una manera sostenible.

Charlando con nuestro nuevo amigo.

Incluso tiene un programa de radio, y debe ser algo conocido porque no paraba de saludar a gente. Desde ahí, tiene la posibilidad de "educar" a su pueblo, de la mejor manera.
Él fue quien nos introdujo en los problemas que tuvo, y que tiene el país, como resultado del espantoso pasado que tuvo con su antiguo gobierno, encabezado por Pol Pot y los gemeres rojos.
Pero también nos hablo de lo que están consiguiendo, y del rápido cambio que están pegando, aunque todavía quede trabajo por delante.

De Sihanouk Ville, saltamos a Koh Rong. Isla casi paradisiaca, desarrollada en un 25%, pero que desgraciadamente, sobre la mesa, esta en plena expansión, con hoteles, casino, e incluso aeropuerto, queriendo desarrollarla hasta un 75%. Una pena...

Isla de Ko Rong

Nosotros, tuvimos suerte por la época en la que fuimos, (Junio), ya que apenas había turistas. Y eso que estuvimos en la zona "backpacker"... Mas concretamente en un hostel de lo mas básico. Se podría decir que eran un barracón de madera, separando cada habitación con unos tablones de madera, (que no el techo, que era el mismo para todos). Aun así, no estuvimos mal.
Lo que no pudimos ver, fue la estupenda playa, que dicen estaba al otro lado de la playa. Teníamos que atravesar la selva para llegar hasta allí. Se suponía que estaba indicado con chanclas de playa, pero tan solo vimos la primera, y tras 3 bifurcaciones de caminos en plena selva tropical, decidimos volvernos para no perdernos mas de lo que estábamos. Y aun asi, nos costo encontrar el camino de vuelta.

Perdidos en plena selva.

       * Nota: Nos acabamos de enterar por unos amigos que acaban de estar en esa misma playa, el      deterioro que ha sufrido, tanto la playa, (llena de basura), como del abandono de los bungalows que allí se encuentran. Afortunadamente, decidieron limpiar ellos mismos la playa, a cambio de alojamiento en uno de estos, ya deteriorados bungalows.
La buena noticia, es que la playa recuperó bastante su aspecto, gracias a ellos, y la ayuda prestada por algún que otro turista.*

Lo que sí nos preocupo bastante fue la zona donde viven los locales. Apestada de basura. Lo peor, que están todos literalmente, enganchados a la televisión, mientras la basura esta delante de ellos. Nadie hace nada. Es una pena, porque se te quitan las ganas de conocer esa zona.

La parte mas retirada que vimos fue la de los "tree houses". Una zona "escondida" del resto, donde los bungalows están literalmente en los arboles, y la playa es de lo mas tranquila. Pero hay que tener cuidado con unos minúsculos mosquitos, que te comen vivo, pudiendo ser las picaduras algo serias si no se tratan como es debido.

Sabri en un columpio improvisado.

Locales bañandose

Dejando la isla.

En cuanto a las aguas, bastante clara por las zonas donde fuimos, y con una arena blanca y fina.
En definitiva, una isla para descubrir, especialmente antes que la desarrollen masivamente.


Fotos: Julen Esnal
Foto portada, Isla Ko Rong