Vistas desde la tea house por la manana. |
Por fin dormimos algo mas de 2 horas. No creo que fuera ni por la cama ni por el frío que pasamos, pero el hecho de haber dormido a menos altitud puede que fuera la causa.
Esta vez sí que vimos los picos del Himalaya bastante despejados por lo que Sabri y yo decidimos desayunar fuera, viendo amanecer a las 7 de la mañana.
La ruta de hoy seria mas sencilla. Tan sólo 3 horas de caminata hasta llegar a nuestro siguiente destino. Fue un descenso precioso por lugares frondosos de vegetación y riachuelos que desembocaban en ríos mas grandes. Cada cierto tiempo teníamos que parar por el calor o por la cantidad de mulas que nos cruzábamos, las cuales utilizan para poder abastecer a los habitantes de las pequeñas casas repartidas por la montaña.
Nos encontrábamos cansados, pero al día siguiente seria nuestro ultimo día de ruta, con 5 horas por delante, por lo que preferiamos andar 3 horas mas y llegar hasta "Sorryaboutthat" (asi era como nos sonaba literalmente el pueblo en el que nos instalariamos).
Llegamos literalmente fundidos. Nos fuimos parando mas que nunca en un monton de sitios pero casi siempre era o por las vistas que teníamos o por la gente de las pequeñas villas que íbamos conociendo y por las que aprendimos como se siguen haciendo ciertos trabajos de campo. Creo que siempre recordaremos su humildad y amabilidad.
Después de pasar toda una tarde noche con "Raj", (nombre de pila de nuestro guía) conociéndonos mas y contándonos la verdadera vida en Nepal, un sentimiento de melancolía nos dio a los 3 sabiendo que estos 5 maravillosos días llegaban a su fin.
- Dia 5:
Lo conseguimos! Habiamos conseguido dormir mas de 6 horas en toda la noche! Por fin pudimos descansar medianamente bien.
Nos disponíamos a desayunar cuando mi curiosidad me llevo a ver como la humilde chica de la tea house, preparaba nuestro desayuno (pan de trigo, riquisimo).
Nos invito a entrar hasta la cocina para ver como lo preparaba. Prácticamente a oscuras, con una cocina como de adobe, alimentada por leña, a la altura de las rodillas. Eso es lo que os puedo contar para que os hagáis una idea de como se cocina por las montañas...
Tras el desayuno, tan solo nos quedaban 2 horas, las cuales hicimos en fila india, los 3, separados por varios metros cada uno... tiempo de reflexión? Creo que seria la mejor manera de definirlo.
La llegada a nuestro hostel fue un cruce de sensaciones. Por un lado la impecable limpieza de la habitación (baño incluido con lo que ello respecta) nos hacia pensar lo relajados y limpios que estaríamos nuestros 2 siguientes días. Y por otro lado mucha tristeza de tener que despedirnos de Raj, sabiendo que posiblemente no nos volvamos a ver, aunque con la esperanza de poder mantener el contacto de alguna manera.
Fotos: Julen Esnal
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